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2ª ponencia del foro cultural

Publicado el 14/02/2013

La sala capilla del Parador de Turismo de Zafra se vio desbordada ante la afluencia de público para escuchar la charla – conferencia de Antonio Rodríguez de las Heras sobre la crisis y catástrofe en nuestra sociedad.

Catástrofe porque realmente no estamos ante un “bache” más o menos profundo del sistema, sino ante un auténtico desmoronamiento material, moral y cultural que no puede sostenerse más mediante unos pilares económicos que literalmente se han reducido a cenizas. Y que arrastran en su caída a países, empresas… pero sobre todo a personas, verdaderas víctimas de este seísmo.

Pero también Rodríguez de las Heras deja abierto un camino a la esperanza, en forma de utopía. Utopía posible en función de las aportaciones de los ciudadanos mediante redes de creación, que no de apropiación, de conocimiento y cultura.

Redes sociales que hoy más que nunca permiten mediante la tecnología compartir y expandir soluciones, ideas, posibilidades. Soluciones para una construcción que, más que en grandes estructuras o fragmentos de modelos económicos fracasados, están basadas en piezas que puedan conjuntarse desde múltiples perspectivas. Piezas pequeñas, personales y sociales, y abiertas a modelos de construcción económicos, sociales, culturales, morales, diferentes.

Utopía que como posibilidad de construcción no consiste en una meta en sí misma, sino un manto que cala y se imbrica en la sociedad, haciéndose parte de ella, motor de avance, nunca una estación terminal de llegada a meta.

Y una de las primeras piezas es constatar que no nos encontramos ante una crisis económica (como se intenta vender), ya que no se puede apuntalar mediante pérdida de derechos en base a recortes “imprescindibles y necesarios”, un sistema ya derruido. La verdadera crisis es cultural. Y en nuestras manos está impulsar las piezas que manifiesten esta realidad y, por supuesto, cambiarla.

Desde ahí, desde donde te encuentras. Delante de tu ordenador, móvil, tablet, es desde donde se inicia y da forma a esta revolución utópica.

Fue realmente estimulante escuchar a Antonio Rodríguez de las Heras decir cosas tan complejas con tanta claridad. Nos ayudo a entender un poco más la inmoralidad de la situación en la que nos encontramos y nos ayudó a buscar soluciones utópicas. Lo pequeño y lo abierto, idea fundamental para una sociedad más democrática funcionando en red. Y es difícil resumir todo lo que nos aportó, algunas ideas:
 

 -Inmoralidad del sistema en el que estamos, que con la complicidad de la etapa de bienestar en la que nos encontrábamos generó una conciencia de sumisión y acatamiento. Sociedad basada en la desigualdad y la mercantilización.
 

 -Equipara el éxito a la desigualdad y a la apropiación. No en el sentido biológico, donde los seres vivos se alimentan, nutren en un sistema abierto, sino en una apropiación que nada devuelve al medio y lo hace insostenible.
 

 - Lo abierto tiene límites no limitaciones.
 

 - No hay liberación sin tiempo. Nuestro sistema se apropia del tiempo en forma de trabajo no creativo. El tiempo creativo se diluye, desaparece, y lo que es peor es una época de escasez de trabajo, suplicamos porque nos apropien el tiempo para subsistir.
 

 - La utopía del siglo XXI será con el apoyo de la tecnología, apoyo palanca que ayude a cambiar el mundo.
 

 - No hay que temer a los conflictos. Una utopía sin conflictos degenera en totalitarismo.
 

 -La utopía debe defenderse de los ataques exteriores con castigos, que no tienen porque generar en violencia. De ahí la importancia del sentido de la vergüenza social. Ella necesita de dos: el que mira y el mirado.


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